La colaboración con Suzuki se centró en la creación de una identidad visual robusta y adaptable que pudiera sostener campañas en múltiples plataformas y formatos. Mi trabajo abarcó desde la conceptualización de elementos de marca exclusivos hasta la ejecución de estrategias de contenido alineadas con el embudo de ventas.
Desarrollé el diseño del logotipo para el Jimny Club, asegurando su perfecta transición a aplicaciones físicas como el bordado, lo que requirió precisión técnica y respeto por la estética del diseño. A nivel de comunicación masiva, diseñé gráficas de alto impacto para medios exteriores, específicamente traseras de autobuses (OOH), para promociones de modelos como la Burgman, garantizando la visibilidad de la marca y el mensaje en el entorno urbano.
En el ámbito digital, fui responsable de la creación constante de contenido para redes sociales: desde posts y stories creativas para motocicletas (como Gixxer, Intruder y DR150) que mantenían la estética aventurera y performance de la marca, hasta anuncios persuasivos para el funnel de ventas enfocados en repuestos y servicios (Ecstar). En cada pieza, la prioridad fue mantener una línea gráfica coherente, creativa y profesional, que no solo cumpliera con los lineamientos globales de Suzuki, sino que también generara la interacción y la conversión deseadas en el mercado local.